Persefone, hija del sol y la sombra,
caminas entre mundos que no se tocan,
tu alma dividida entre la luz y la oscuridad,
guardiana de secretos que el tiempo desborda.
En el reino subterráneo donde el silencio reina,
tu figura se desliza como un eco lejano.
Tus manos tocan el rocío de la muerte,
y en tus ojos se refleja el cielo de los condenados.
Reina de la estación muerta,
tu paso marca el fin de lo que florece.
Pero en tu corazón, que arde y se quema,
la primavera siempre renace y se ofrece.
Eterna guardiana de la primavera y el abismo,
Persefone, entre la vida y la muerte danzas.
Tu sombra camina sobre la tierra y el tiempo,
tejiendo la historia en cada una de tus lanzas.