Alguna vez pensé en perder,
lucir delgado, fuerte y esbelto.
Mas, ¿qué ganaría con ello?
¿Acaso mi esencia cambiar?
Prefiero ser como soy,
con mis curvas y mi encanto.
No me interesa mudar
lo que me hace ser quien soy.
Sé que el mundo dirá que debo
ajustarme a su ideal.
Pero mi ser no es un molde
que deba uniformar.
Así que, ¿perder? No, gracias.
Me gusta como estoy, me agrado.
Mis kilos son parte de mí,
y los acepto con agrado.
Seré feliz siendo quien soy,
sin buscar cambiar mi silueta.
Pues la belleza verdadera
brilla en el alma, completa.