Pequeña semilla, tesoro dormido,
bajo la tierra esperas con afán.
Yo te prometo cuidado y cariño,
para que pronto puedas germinar.
Te doy agüita fresca y cristalina,
rayito de sol que besa con calor,
y una canción que arrulla y que anima,
a brotar alegre con suave rumor.
Pequeña semilla, mi nueva ilusión,
crece fuerte, verde y llena de luz.
Llena el jardín con tu bella función,
sé mi alegría, mi pequeño cruz.
Con pétalos de colores vibrantes,
perfume a tierra mojada y libertad,
crece pequeña, entre cantos vibrantes,
¡despierta al mundo, pequeña verdad!