Podrán robar tus días,
el sol y su fulgor,
pero tus noches son mías,
un tesoro que guardo con amor.
En la oscuridad de la noche,
cuando el mundo duerme en paz,
nuestras almas se unen,
y el tiempo se detiene en un abrazo.
Las estrellas son testigos,
de nuestro amor secreto y prohibido,
que brilla intensamente,
en el cielo nocturno escondido.
Las sombras nos envuelven,
en un manto de misterio y pasión,
donde los susurros se convierten en versos,
y los besos en una dulce canción.
Me podrán robar tus días,
pero tus noches son mías,
un refugio seguro,
donde nuestro amor florece entre efluvios.