La brisa canta, la rosa calla,
Por los senderos de luna y alba,
Lloran sus hojas un dulce ardor;
¡ay, Primavera, Primavera clara,
no dejes nunca morir la flor!
El río sueña, la espuma danza,
brilla en su pecho la luz que avanza,
canta en su cauce su fresco amor;
¡ay, Primavera, Primavera clara,
no dejes nunca morir la flor!
Las aves vuelan, el cielo arde,
tejen las nubes su estampa suave,
dejan su estela de claro albor;
¡ay, Primavera, Primavera clara,
no dejes nunca morir la flor!
Las ramas tiemblan, la sombra juega,
bajo el susurro que el viento entrega,
todo es caricia, todo es fulgor;
¡ay, Primavera, Primavera clara,
no dejes nunca morir la flor!
Los sueños brillan, la luz despierta,
vuelan suspiros en la ribera,
nace la vida con su candor;
¡ay, Primavera, Primavera clara,
no dejes nunca morir la flor!