Bajo el manto estrellado de la noche serena,
Tus ojos brillan como luceros en mi vida plena.
Cada mirada tuya, un destello de alegría,
Irradiando luz en mi camino, llenando de magia cada día.
En la calma de tus ojos, encuentro paz y calidez,
Mi alma se expande, en un abrazo de dulzura y sensatez.
Eres el faro que ilumina mi sendero oscuro,
Y en tu mirada encuentro mi refugio más seguro.
Deseo ser el dueño de tu risa dorada y radiante,
Aquella que ilumina mi existencia como un sol brillante.
Quiero ser quien despierte en ti la alegría sin medida,
Y llenar cada momento juntos de risas compartidas.
En cada sonrisa tuya, encuentro la esencia de la felicidad,
Un regalo invaluable que me llena de plenitud y vanidad.
Permíteme ser el guardián de ese tesoro tan preciado,
Y juntos, construyamos un mundo en el que siempre estemos unidos.
Tus ojos, estrellas en la noche silenciosa,
Guiándome en este viaje lleno de amor y maravillosa prosa.
Que nuestra historia sea escrita con cada mirada entrelazada,
Y que nuestra risa dorada sea la melodía eterna de nuestra morada.