Mi Amor Florecido
En la quietud de un día primaveral,
cuando la brisa acaricia los verdes prados,
surgiste ante mí, como una flor sin igual,
llenando mi alma de pétalos bordados.
No te buscaba, ni te esperaba encontrar,
pues mi corazón yacía en la calma serena.
Mas tu presencia vino a iluminar
este sendero que creía sin pena.
Como la primera rosa que florece en abril,
tu llegada a mi vida fue una sorpresa dichosa.
Despertaste en mí un sentir sutil,
una emoción pura, suave y armoniosa.
No vine a buscarte, tú me hallaste a mí,
y en este encuentro inesperado, mi ser se renueva.
Ahora sé que el amor puede surgir, sin que yo lo pida,
y que la dicha más grande es la que el destino me lleva.
Floreciste en mi vida como una primavera,
llenándola de colores, fragancias y paz.
Y aunque no te busqué, hoy sé que eres la vera,
la flor que ilumina mi camino hacia la felicidad.
