Eres como un manantial,
De miel y dulzura sin fin,
Un regalo celestial, vital,
Bendición que alivia mi existir.
Tierna caricia, mar sereno,
Cobijo donde hallo sosiego,
Tu esencia embriaga mi alma y cuerpo,
En un éxtasis que no cesa, ciego.
Tus palabras, bálsamo y consuelo,
Tus besos, fuego que quema mi anhelo,
Eres mi luz, mi guía, mi destino,
Mi eterno amor, mi tesoro divino.