Este poema transmite un profundo sentimiento de pobreza espiritual y emocional. El yo poético se describe como más pobre que elementos básicos de la naturaleza, como un sendero, una sombra o sus propias lágrimas. Esto sugiere una sensación de vaciedad, desesperanza y pérdida de propósito en su vida. El uso de la comparación "más pobre que" recalca la extrema y desoladora condición del sujeto lírico. En general, el poema evoca una gran tristeza y soledad existencial.