Ya las mariposas no adornan mis palmas,
Su vuelo ha cruzado lejanos parajes.
En pos de otros campos, han alzado sus alas,
Dejando mi alma con vacíos bagajes.
Sus alas de colores, antes mi consuelo,
Ahora son recuerdos que el tiempo ha borrado.
No posan ya sobre mi piel, como un velo,
Su ausencia un vacío que me ha desolado.
Buscaban otros prados, más ricos y verdes,
Donde sus sueños pudieran florecer.
Y yo, solo y triste, permanezco inerte,
Sin su dulce aleteo, que hacía renacer.
Como las mariposas, mi anhelo ha volado,
Hacia horizontes que aún no he explorado.
Pero el vacío que dejaron, duele y pesa,
Un recordatorio de lo que he perdido y besa.