Los nombres del agua
Me bautizaron con agua de acequia,
con barro y junco, con viento seco.
Dijeron mi nombre y fui sombra,
fui espina, fui trigo, fui eco.
Las manos que un día me alzaron
huelen a leña y a invierno.
Los ojos que un día me vieron
se fueron cerrando en el tiempo.
Pero el agua no olvida los nombres,
los lleva rodando en su lecho,
y en cada ola que rompe en la orilla
susurra mi sangre en secreto.
Yo soy de la estirpe del río,
del grito escondido en el suelo,
y aunque borren mi nombre en las piedras,
mi voz seguira en el develo.
