Dime cómo termina, aunque sea mentira,
aunque sea un cuento que el sueño desgasta.
Dime que la historia cambia,
que el sol no amanece al filo de su espada.
Cuéntame otra vez cómo el héroe se marcha,
cómo te abandona, su sombra vacía
un vacío perfecto que no tiene palabras.
El tiempo se dobla en las horas calladas.
Y tú, giras los días con hilos de miedo,
hilvanas los bordes de una noche eterna.
Sabes cómo el tiempo asesina sin armas,
cómo el filo más cruel es el del silencio.
Te inventas finales para no despertar,
promesas de amor en una lengua muerta.
Pero la muerte ronda en el borde del cuento,
si callas, si dices, si tan solo respiras.
La historia es un puño,
un laberinto de vueltas donde nadie se encuentra.
Y tú te narras para sobrevivir,
donde el amor no es más que un eco ahogado
en el borde de un cuento que nunca termina.