Lira mía, suave y melodiosa,
que encantas al viento con tu voz preciosa.
Tus notas fluyen como un río en calma,
acariciando el alma con su dulce palma.
En cada acorde, un susurro de amor,
que llega al corazón como una flor.
Tus versos susurran secretos al viento,
envolviendo al mundo en un dulce encanto.
Lira mía, poesía hecha canción,
que elevas el espíritu en cada pulsación.
En tus cuerdas se esconde la eternidad,
un universo de emociones en tu libertad.
Que sigas resonando en el aire,
llenando de magia cada mirar.
Lira mía, joya musical,
tu melodía nunca dejará de brillar.