En el verano florecen las flores de estío,
bajo el sol radiante se llenan de rocío.
Colores vibrantes inundan el jardín,
flores silvestres y rosas de carmín.
La lavanda perfuma el aire con dulzura,
mientras las margaritas bailan con ternura.
Girasoles brillantes siguen la luz del día,
y las rosas enredan sus pétalos con alegría.
Las flores de estío, belleza sin igual,
nos regalan su esplendor en este festival.
Cada una única en su esencia y color,
brindando al mundo su gracia y su amor.
En la primavera estación cálida y radiante,
las flores de estío nos llenan de asombro constante.
Disfrutemos su belleza, efímera y fugaz,
como un canto de vida que nos llena de paz.