En la mente, un jardín de emociones,
donde florecen sueños y temores,
como olas que rompen en los rincones,
la salud mental, fragilidad en colores.
El corazón, un pájaro en la tormenta,
que busca calma en el vuelo incierto,
la ansiedad, un nudo que atormenta,
en el laberinto del pensamiento abierto.
La depresión, un oscuro laberinto,
donde se pierden las luces del alma,
como la noche que cubre el instinto,
la salud mental, una delicada calma.
Cuidemos el jardín de nuestra mente,
con amor y comprensión constante,
que florezcan en ella la paz y la fuente,
la salud mental, un tesoro brillante.