Tu me fijas la mirada,
y fijas mi pensamiento,
que en tu cáliz se retrata,
de un amoroso momento.
Tu corola, tierna y bella,
es un espejo del cielo,
donde se refleja aquella
imagen que adoro y anhelo.
Tu perfume, un suave aroma,
que embriaga el alma y la mente,
y me transporta a una zona,
donde el amor es presente.
Que nunca se borre tu encanto,
ni se marchite tu belleza,
que seas siempre un faro santo,
que ilumine mi tristeza.