¡Oh, libertad, tan lejana y bella!
Enjaulado estoy, mi canto se apaga,
Mis alas, que antes surcaban el cielo,
Ahora solo rozan la fría reja.
Las ramas que antes me ofrecían cobijo,
Ahora son solo un recuerdo lejano,
El viento que me acariciaba el plumaje,
Se ha convertido en un susurro extraño.
El sol que antes me bañaba con su luz,
Ahora solo se filtra a través del enrejado,
Y la lluvia que me refrescaba la piel,
Ahora solo golpea la fría pared.
¡Oh, libertad, tan lejana y bella!
Mi corazón anhela tu dulce aroma,
Mi alma suspira por tu cálido abrazo,
Y mi espíritu clama por tu eterno gozo.
Sueño con el día en que pueda volar,
Con el viento a mis espaldas, libre y sin ataduras,
Sueño con el día en que pueda cantar,
Mi canción de libertad, sin temor ni amarguras.
¡Oh, libertad, tan lejana y bella!
¡Un día te alcanzaré, y mi canto resonará en el cielo!
¡Un día seré libre, y mi corazón vibrará con tu dulce melodía!
¡Un día, libertad, seré tuyo, y tú serás mía!