Hermana Mía!
De Frederico a su hermana Conchita
Conchita, musa fiel que guardas en tu seno
las cenizas de mi espíritu siempre vivo.
Tú eres quien mejor supo comprender mi sueño,
mi anhelo de belleza, mi afán por lo esquivo.
Juntos crecimos bajo el cielo de Granada,
bebiendo de su luz la savia creadora.
Tú fuiste mi confidente, mi musa inspirada,
quien supo descifrar mi voz más protectora.
Ahora que la muerte ha velado mis ojos,
tú sigues siendo faro que alumbra mi senda.
Custodias mis escritos con celo de abrojos
y enciendes en los otros la llama más tierna.
Eres la mariposa que ondea mis colores
y riega con tu llanto mis versos marchitos.
Eres quien da calor a mis mustios clamores
y eterniza en la historia mis besos escritos.
Dulce hermana mía, musa de luz y sombra
que sabes descifrar lo que anido en lo hondo.
Mientras sigas tu vuelo, mi espíritu asombra
y late en tus manos, aunque yo ya soy fondo.
Conchita García Lorca fue la hermana menor del gran poeta Federico García Lorca. Nació en Fuente Vaqueros, Granada, en el seno de una familia acomodada, en 1897.
Al igual que su hermano Federico, Conchita mostró desde pequeña una veta artística e intelectual. Recibió una educación esmerada y cultivó su pasión por la música y la literatura. Mantuvo siempre una relación muy estrecha con Federico, a quien admiraba profundamente.
Luego del trágico asesinato de Federico a manos de los fascistas en 1936, Conchita se volcó de lleno a preservar y difundir la obra de su genial hermano. Fue una incansable custodia de su legado, publicando antologías, cartas y escritos póstumos que de otro modo habrían permanecido inéditos.
Además, colaboró en la creación del Museo Casa Natal de Federico en Fuente Vaqueros, donde se exhiben manuscritos, fotografías y objetos personales del poeta. Gracias a su labor de curaduría y promoción cultural, pudo mantener viva la llama de la obra lorquiana a través de los años más oscuros.
Conchita falleció en 1986, a los 89 años de edad. Pero su nombre quedará para siempre unido al de su hermano, como la mujer que supo preservar con pasión y devoción la memoria del genial autor de "Poeta en Nueva York". Fue una fiel intérprete y difusora de la grandeza poética de Lorca.
