Hago convenios firmes bajo tu mirada,
promesas que el alma sella en tu alabanza.
Tu amor es la roca, mi fiel esperanza,
mi pacto eterno, mi fe renovada.
Del agua y del fuego soy fiel testimonio,
renazco en tu gracia, puro y sin mancha.
Tu palabra divina en mi ser se ensancha,
guía mis días con sagrado armonio.
Te entrego mi vida, mi ser, mi camino,
mis pasos y sueños los pongo en tus manos.
En tu luz bendita se forjan mis planos,
y en ti hallo siempre mi puerto divino.