En el amanecer de cada día,
la vida se despierta con esplendor,
la naturaleza en su armonía,
me regala su belleza con amor.
En el susurro del viento en la mañana,
siento la caricia de la vida en mi piel,
cada rayo de sol que me acompaña,
me llena de alegría y me hace creer.
En el canto de los pájaros en vuelo,
escucho la melodía de la creación,
cada flor que se abre con anhelo,
me enseña la magia de la transformación.
En el abrazo cálido de un ser querido,
encuentro el tesoro más preciado,
cada momento vivido, agradecido,
por la belleza de lo compartido.
En cada latido de mi corazón,
agradezco la vida y su grandeza,
por cada instante, por cada emoción,
gracias, vida, por tu infinita belleza.