Oh, Amazonas, río gigante,
Serpentina de agua que cruza la tierra,
Tus aguas, espejo del cielo, reflejan
La historia de un continente, su misterio y su fuerza.
Desde los Andes, tu nacimiento,
Un torrente de vida, que se abre paso
Por selvas milenarias, donde la vida palpita
En cada hoja, en cada rama, en cada ave que vuela.
Tus aguas, oscuras y profundas,
Guardan secretos de la tierra,
De tribus ancestrales, de espíritus que susurran,
De leyendas que se transmiten de generación en generación.
Tus orillas, un crisol de colores,
Donde la naturaleza se despliega en su esplendor,
Flores exóticas, árboles gigantes,
Un espectáculo que cautiva al alma.
Oh, Amazonas, río de mil caras,
Eres la arteria de un continente,
Un símbolo de vida, de resistencia,
De la fuerza de la naturaleza que se niega a morir.
Tus aguas, que fluyen sin cesar,
Nos recuerdan la importancia de la vida,
De la conexión con la tierra,
De la necesidad de proteger este tesoro.
Oh, Amazonas, río sagrado,
Que te siga la bendición de la lluvia,
Que tus aguas sigan fluyendo,
Para que la vida siga latiendo en tus orillas.