I
Somos luz que parpadea,
chispa que quiere encender,
somos alma por querer,
nube oscura que jadea.
Entre sombra que golpea
y el sol que nos da calor,
navegamos sin temor
por los mares de la vida,
mezcla de noche encendida
y del día en su fulgor.
II
En un rincón, el vacío,
un eco que se silencia,
y en otro, la resistencia,
la raíz de lo que ansío.
Es el baile de este río
donde fluye nuestro ser,
donde dudamos qué hacer
con el fulgor y la ausencia,
si abrazamos la carencia
o aprendemos a crecer.
III
Somos sombras, somos brillo,
reflejo de algún destello,
mitad fuego, mitad hielo,
cada paso, un estribillo.
Si alzamos con fe el astillo,
de la luz que nos habita,
seremos llama infinita,
partitura en armonía,
somos noche y claro día,
luz y sombra que palpita.