Flor Lisonjera
En un jardín de ensueño, donde los sueños florecen,
una flor radiante, una lisonja aparece.
Sus pétalos suaves, como caricias de seda,
despiertan los sentidos, alimentan el alma.
Una flor, símbolo de fragilidad y gracia,
una lisonja, un halago que en el corazón se enlaza.
En su esencia se encuentra la dulzura y el encanto,
un regalo divino, un tesoro que no es tanto.
Sus colores vibrantes, un arcoíris en su esplendor,
capturan miradas, susurran secretos de amor.
Una flor, una lisonja, una poesía en verso,
cultivando emociones que se quedan en el universo.
En cada pétalo, un deseo que se despliega,
una promesa de alegría, una nota que se entrega.
Una flor, una lisonja, un bálsamo para el dolor,
un rayo de esperanza en el más oscuro horror.
En su fragancia, se desvanecen tristezas y pesares,
una melodía suave que acaricia los aires.
Una flor, una lisonja, un abrazo para el corazón,
una belleza etérea que despierta la inspiración.
En cada verso, el eco de su susurro delicado,
una caricia poética, un amor inesperado.
Una flor, una lisonja, una conexión profunda,
que en el alma perdura, dejando huella fecunda.
En el jardín de la vida, florece la esperanza,
una flor, una lisonja, una danza de confianza.
Que cada petalo se convierta en verso sincero,
y esta poesía, una oda al amor verdadero.
Una flor, una lisonja, una historia por contar,
en cada letra escrita, un mundo por explorar.
Que esta poesía, en su sencillez y hermosura,
te inspire a encontrar en cada día una aventura.
