Eterno Vacío
Ningún padre debería sentir
el frío abismo de un adiós sin fin,
el eco callado de risas que fueron,
los pasos pequeños que ya no volvieron.
El mundo parece girar al revés,
el tiempo se rompe, la vida no es,
un corazón que late, pero no vive,
porque en su centro la ausencia persiste.
Las estrellas miran desde su altar,
y una pregunta en el aire queda al pasar:
¿Por qué la flor más bella se lleva el viento,
dejando en la tierra solo lamento?
Aunque el alma se quiebre, la memoria arde,
en cada rincón, su huella es grande.
Y aunque nunca la ausencia se pueda llenar,
el amor de un padre no se ha de apagar.
