En el verde del sembrado, donde el trigo se madura, la mano del labrador cura la tierra con su cuidado. El surco queda regado
Un poema no es solo el bramido del… cuando el cauce no basta y el torr… ni el vértigo ciego de un río sin… que en su propia furia se ahoga y… Un poema es un pulso, un filo, un…
En el centro de mi ser, una pregunta se alza, ¿qué es la vida y su balza? ¿qué camino debo hacer? La verdad quiero saber,
En la penumbra de mis versos me su… donde el alma se desnuda sin repar… y el ansia de amar se vuelve un de… en mi corazón enlutado y sincero. Mis letras se hilan con hilos de s…
Contempla el sudor que empapa la f… las manos callosas que no se rinde… los sueños rotos que aún alientan, como admiras el sol que en el ocas… Observa la pasión en los ojos cans…
Capricho es su andar y sin medida… no pide credenciales ni razón, se entrega sin aviso al corazón, deslumbra sin excusa ni salida. No importa si la puerta está dormi…
Allá junto al río, donde el sol se… te di mi cariño, te di el corazón, y en cada suspiro que el viento re… se lleva en su canto mi fiel ilusi… Bajo aquel almendro de ramas flori…
Como selva tropical, nos incendiam… Nuestras llamas arden, el dolor re… El calor abrasador, un infierno cr… Consumiendo todo, hasta el último… Las hojas crujen, el humo se alza,
Se insinúa la luz en la arboleda, susurra el viento un cálido latido… y un eco azul, apenas percibido, palpita en cada rama que se enreda… La abeja duda, gira y se concede
Antes, bandadas cruzaban el cielo, alondras dulces cantaban su canto, tejían sueños de un aire encantado… alas bordaban un vivo consuelo. Hoy sólo queda del vuelo un anhelo…
En las profundidades de mis versos… un mar de melancolía y añoranza, donde las olas de los recuerdos se… hasta alcanzar la orilla de la esp… Las lágrimas se funden con el agua…
Eres el manjar que calma mi anhelo, un dulce consuelo que quiero probar. Tu amor es guisar
La vida, engaño, es sueño que nos… un río sin fin que al abismo lleva… y en su corriente, el alma que se… se pierde en su canto, que a nadie… La suerte, juguetona, al sol se es…
Tu me fijas la mirada, y fijas mi pensamiento, que en tu cáliz se retrata, de un amoroso momento. Tu corola, tierna y bella,
Me hubiera gustado ver a Jesús en su jornada, oír su voz sosegada, su amor, su modo de ser. Caminar y comprender