El viento, travieso y sutil,
Quita la nieve de mis rosas,
Desnudando su frágil perfil,
Y despertando palabras hermosas.
Surgen de mi alma, como un canto,
Palabras de poeta, inspiradas,
En el aroma y el encanto,
De mis rosas, ahora destapadas.
Rimas asonantes, dulces y suaves,
Se entrelazan en versos suaves,
Cantando a la belleza que me abraza,
A la vida que en mis rosas se alza.
El viento, cómplice de mi pasión,
Me regala la inspiración,
Para escribir versos con emoción,
Sobre mis rosas, mi adoración.