Entre hilos de colores y puntadas inciertas,
se teje la vida con mano despierta.
Agujas que hieren, hilos que abrazan,
trazos de sombra y luces que enlazan.
Cada puntada, un eco del alma,
un sueño bordado con hilo y con calma.
Nudos que surgen, errores marcados,
pero en el reverso... todos hilvanados.
La trama es confusa, no siempre se entiende,
a veces un hilo se rompe y ofende.
Pero si con arte miramos la tela,
veremos la obra volverse más bella.
Así es la vida: un lienzo escondido,
donde lo hermoso y lo inadvertido
se hilan con penas, con risas, con gloria,
hasta bordarnos nuestra propia historia.