Padre, abuelo, diplomático, servidor,
Presidente electo de la nación fervor.
Hombre de honor, integridad y devoción,
Dedicaste tu vida a su redención.
Representando con orgullo y dignidad,
Recorriste el mundo, en fraternidad.
Abriendo puertas, construyendo unión,
Buscando la paz y la cooperación.
Con sabiduría y tacto, negociaste,
Entre las naciones, siempre ayudaste.
En los pasillos del poder, te alzaste,
Defendiendo causas justas, te plantaste.
Guiaste a otros con tu ejemplo y saber,
Dejando una huella que no ha de perecer.
Ahora descansas, tu labor culminó,
Disfrutando del descanso que ganó.
Tu legado vivirá, tu nombre brillará,
Como un estadista, siempre se recordará.
Edmundo González, padre y servidor,
Tu vida es ejemplo, de amor y valor.