Dulce sueño
Mi palabra se eleva al viento,
como un eco suave y fugaz,
es un canto que desafía el tiempo,
un destello de inmensidad.
El mar guarda secretos antiguos,
en su danza de azul y cristal,
cada ola un poema sin dueño,
cada espuma, un sueño inmortal.
En la arena se escribe la vida,
en trazos que el agua deshace,
un instante que nunca se olvida,
un suspiro que siempre renace.
La maravilla habita en lo simple,
en el roce sutil de lo ideal,
es quimera que en el alma se imprime,
dulce sueño hasta el final.
