Rafael, tu voz resuena como un himno,
Que eleva el Amor a un éxtasis divino.
Siete mil veces tu musa lo ha cantado,
Recorriendo las fibras del corazón amado.
Cinco mil doscientas treinta y ocho veces
El corazón late en tus versos, y crece
Un océano de sentir que nos envuelve,
Hasta que el alma en éxtasis se disuelve.
Tu poesía es un fuego que no se extingue,
Un volcán de pasión que nunca mengua.
En cada línea, el Amor toma forma,
Transformando la vida en una eterna norma.
Rafael, tu arte es la ofrenda más bella,
Donde el Amor y el Corazón son la estrella.