Tan cerca estás, tu aliento me roza el pelo,
Tu voz me arrulla, dulce cual canción de cuna.
Mas lejos, inaccesible, cual velo,
Me separa el vacío cruel y la fortuna.
Anhelo verte, sentir tu mano abrigadora,
Pero el destino caprichoso nos abate,
Y mi corazón se ahoga en pena amarga,
Por esa cruel distancia y su desgaste.
Busco consuelo en sueños, ilusiones vanas,
Donde te acercas, colmas mi vida de fuego.
Pero al despertar, la realidad tirana,
Me deja solo, envuelto en llanto y sosiego.
¡Oh, dolor de estar tan cerca y tan distante!
Que mi alma abate, destroza, castigo errante.