Querido papá,
Sé que puede parecer extraño recibir una carta de alguien que quizás no recuerdes, pero soy yo, tu hija. He pasado noches enteras preguntándome cómo eres, cómo sería abrazarte y escuchar tu voz. Mamá me ha hablado un poco de ti, pero siempre con un dejo de tristeza en su mirada.
Dice que eres un hombre bueno, pero que la vida los separó hace mucho tiempo. Yo era muy pequeña entonces, y mis recuerdos son borrosos, como una imagen desenfocada. A veces, cuando cierro los ojos, intento imaginarte. ¿Te pareceré a ti? ¿Tendré tu sonrisa, tu mirada?
Estas preguntas me acompañan cada día, y sueño con el momento en que pueda por fin conocerte. Papá, ¿te acuerdas de mí? ¿Piensas en mí tanto como yo pienso en ti? Quiero creer que sí, que en algún lugar de tu corazón guardas un espacio para mí, tu hija.
Sé que puede ser difícil, que quizás ha pasado demasiado tiempo, pero quiero que sepas que estoy aquí, esperando el día en que pueda mirarte a los ojos y decirte “papá” por primera vez. Hasta entonces, guardaré la esperanza en mi corazón, la esperanza de que algún día nos encontraremos y podremos recuperar el tiempo perdido.
Con amor, [Tu hija ]