Oh, musa mía, néctar de dulzura,
Extraído de las flores con ternura.
Como abejas liban su esencia vital,
Mi timidez desnuda tu amor celestial.
Rompes la hostil barrera de mi ser,
Descubres el universo que llevo en mi haber.
Tu voz, un canto que mi alma vivifica,
Tu mirada, una estrella que mi noche ilumina.
Tu piel, un lienzo donde pinto mi amor,
Con trazos fascinates, mi eterno clamor.
Musa inspiradora, mi épica pasión,
Romántica y compleja, mi única salvación.