No me llames más, amor,
pues no quiero repetir
que ya todo ha de morir,
como sabes de interior.
Lo que un día fue fulgor
hoy es sombra que no ve,
y aunque quieras, no se dé
vuelta al paso del dolor.
Te lo digo una vez más,
te lo grito sin mentir:
ya no puedo, ni al sentir,
que lo nuestro vuelva atrás.
Es en vano, tú verás,
que mis versos vuelvan a
decirte que no será,
pues todo perdido está.
Lo que antes iluminó
nuestro camino al andar
hoy se ha vuelto por quedar
en tiniebla que cegó.
Y aunque intentes como yo
nuevos pasos inventar,
nuestros pies van a tropezar,
y la caída volvió.
No me llames más, amor,
que tus besos ya olvidé;
ni deseo recordar
lo que un día amé de ti.
Por favor, deja vivir,
olvídame sin temor,
no me llames, que el amor
nuestro nunca va a existir.