En la cima de un sueño dorado,
Nuestro amor brillaba sin cesar,
Dos almas en un baile sagrado,
Juramos nunca separar.
Pero el tiempo, ladrón silencioso,
Se llevó lo que creímos eterno,
Tu sonrisa, tu abrazo amoroso,
Se esfumaron como en invierno.
Amor que fuiste mi todo,
¿Dónde estás que ya no te veo?
En el vacío me acomodo,
Y tu ausencia aún no creo.
Recuerdos que arden como brasas,
Momentos que no volverán,
Las promesas ahora son escasas,
Y las lágrimas no cesarán.
En el silencio de la noche fría,
Busco el eco de tu voz,
Pero solo encuentro melancolía,
Y un corazón partido en dos.
Aunque el dolor me consume entero,
Y la soledad es mi compañera,
En mi memoria siempre te quiero,
Amor que fuiste primavera.