Cuelga tus sueños al viento errante,
que cruza los mares y toca la luna,
y deja que el tiempo, con mano oportuna,
los lleve danzando a un cielo distante.
Haz de tus alas un lienzo brillante,
pinta en el aire tu fe oportuna,
pues aunque la sombra parezca importuna,
la luz siempre surge, fuerte y constante.
Cuelga tus sueños del alba serena,
que en cada estrella se escribe la escena
de un mundo esperando tus pasos valientes.
El infinito no tiene fronteras,
y en los espejos de noches enteras
se forjan futuros que laten presentes.