En el cielo estallan luces,
colores que pintan el aire,
recordando la historia,
la lucha, el valor, el donaire.
Con banderas ondeando,
rojo, blanco, azul en danza,
celebramos la libertad,
nuestra unión, nuestra esperanza.
Desde los campos dorados
hasta el vasto mar azul,
el espíritu de un pueblo
se alza con fuerza y virtud.
Cantan los corazones,
de generaciones pasadas,
susurran en el viento
las voces de almas amadas.
El Cuatro de Julio nos trae,
no solo fuegos y cena,
sino el eco de un sueño
que aún nos llena y nos llena.
Que este día nos inspire,
a seguir con fe y razón,
honrando con nuestros actos
el legado de una nación.