Conversaciones del Alma
I
En lo profundo de mi ser, habitas tú,
alma inquieta, eterna compañera,
esencia de mi ser, luz primera,
en el laberinto de la vida, mi guía verdadera.
II
En las noches de insomnio, me susurras
palabras de consuelo, de amor puro,
y en mis momentos más oscuros,
me recuerdas que siempre hay una estrella que brilla.
III
Cuando el mundo me abruma con su ruido,
tú me hablas del silencio y la calma,
me invitas a buscar la paz en mi alma,
a escuchar el latido de mi corazón, a sentir su fluido.
IV
En el diálogo constante contigo misma,
me enseñas a encontrar mi centro,
a no perderme en el viento,
a ser fiel a mí, a mi esencia, a mi llama.
V
Alma mía, gracias por estar siempre ahí,
por ser mi faro en la tormenta,
por recordarme que la vida es una aventura constante,
y que en cada paso, contigo, aprendo a vivir.
VI
En este diálogo con el alma, encuentro
la fuerza para seguir adelante,
el valor para ser constante,
y el amor, siempre el amor, que todo lo trasciende.
VII
Alma, compañera, eterna amiga,
gracias por ser mi guía y mi luz,
por estar en cada paso, en cada cruz,
en cada instante, en cada herida, en cada ruta, en cada riga.
VIII
En este diálogo, contigo aprendo
a ser mejor, a crecer, a amar,
a encontrar la paz en cada suspiro, en cada respirar,
a ser yo, a ser libre, a ser uno con el todo.
IX
Alma, te llevo dentro, en cada latido,
en cada respiro, en cada mirada,
en cada palabra, en cada acción, en cada verdad,
en cada instante, contigo, renazco, renazco, renazco.
X
Diálogo con el alma, conversación eterna,
en ti encuentro la esencia de mi ser,
la fuerza para seguir creciendo, para seguir siendo,
en este viaje, contigo, siempre contigo, aprendo a vivir, a vivir de verdad.
