Within us, Your image, a flame so… Reflecting Your grace, dispelling… Yet at times, I’ve faltered, forg… And cast a shadow on others, both… Forgive me, Father, for my pridef…
Tu cabello, cascada dorada, acaricia mi rostro con su seda, una caricia suave y delicada, que el alma me embriaga y me embel… Tu piel, lienzo donde se retrata,
Con pesar, contemplo el amor esfum… Es un trozo del alma, cruelmente a… Añoranza y dolor mi pecho invaden, Al ver un lazo roto, que nunca más… El corazón palpita con punzante no…
La brisa va danzando en cálidos suspiros, trayendo en su murmullo un eco de destinos. Las flores van brotando
Pequeño sueño que hoy siembro en m… crece fuerte, como un árbol en el… Con el sol de la esperanza y el an… dame alas, que yo te dé un buen he… Nutre mis días con lluvia y desvel…
En el valle reposa la mañana, con su manto de luz y de rocío, despierta el campo con suave brío, y la brisa susurra una arcana. El cantar del arroyo me engalana,
Siempre estás aquí, en cada canción, es tu voz un sol en mi corazón. El viento susurra tu nombre al pas…
No hay casualidad, solo un giro de las cosas que nunca fue anunciado. Una silla permanece vacía y, sin embargo,
En la inmensidad del océano, una gota se desliza silente. Diminuta partícula del todo, reflejo de la eternidad presente. Navega sin rumbo, a la deriva,
En la lucha del ser, el valiente, no se rinde ante sombra ni destino… su corazón es fuego, es un camino que avanza hacia la luz, siempre a… El dolor es maestro, no un present…
Me hubiera gustado conocer a Jesu… hablar con Él, mirar su rostro. Sentir su voz serena y sabia, comprender su amor tan hondo. Me hubiera gustado andar a su lado…
Oh, día desnudo, recién nacido del vientre del tiem… eres una hoja blanca que el sol acaricia con sus dedos… Eres un murmullo limpio,
Antes de arribar al muro, Me asusta el giro inseguro, El precipicio incierto, El vacío descubierto. Siento el frío en mis huesos,
Escribo obnubilada, frenando mi locura, con rimas encontradas, que expresan mi amargura. El dolor me consume,
No hablemos nunca de la sombra, de su abrazo frío y distante, ni de la noche que se asoma con sus susurros desgarrantes. Hablemos, en cambio, del alba,