Se pierde en el abismo la memoria,
un eco va quebrando el aire incierto;
la sombra del ayer cuenta su historia,
susurra desde el alma un paso muerto.
El tiempo, con su aguja transitoria,
teje ausencias de un hilo siempre abierto,
y al filo del dolor nace la gloria
de hallar en lo perdido un rumbo cierto.
Mas brota del silencio una semilla,
un canto que renueva las cenizas;
la vida se redime muy sencilla,
promesa de volver con sus sonrisas.
Del polvo se alza el sol, se torna arcilla
la herida que en su luz jamás desliza.