En el oscuro abrazo de la noche,
besos traicioneros se entrelazan,
labios ardientes que prometen
pasión y deseo que desatan.
Pero en las sombras acecha el engaño,
como sombras que ocultan la verdad,
un beso falso, una promesa rota,
un amor que se desvanece en la oscuridad.
Besos traicioneros que hieren el alma,
cicatrices invisibles que no sanarán,
el eco de un amor que se desvanece,
en la noche oscura, donde reinan los pesares.
Que el fuego de esos besos apagados,
encienda en nosotros la llama del perdón,
que en cada abrazo sincero y verdadero,
encontremos la redención.