La vida es como un mar de altibajos,
con olas que nos llevan y nos traen,
momentos de alegría y de trabajos,
donde el alma se siente y se deshace.
Hay días en que el sol brilla radiante,
y el corazón se llena de esperanza,
pero a veces la sombra es constante,
y el ánimo en la tristeza se lanza.
Mas siempre hay un nuevo amanecer,
tras la noche más oscura y fría,
y vuelve a renacer el buen querer.
Así es la vida, un vaivén constante,
de penas y alegrías en su danza,
un ciclo eterno, un viaje vibrante.