Vivir no es solo andar,
es hallar el sentido en cada paso,
saber cuándo parar,
gozar sin gran retraso
el sol, la risa, el vino y el abrazo.
No es tener lo que cuenta,
sino amar lo pequeño que se tiene.
El alma se sustenta
cuando el gozo entretiene
y en calma hasta el dolor también se contiene.
El arte de vivir
es saber que el momento es lo más cierto.
Saber también partir,
dejar el corazón abierto
y en paz dormir con el deber cubierto.