Antipoema al Amor
Oh amor, que llegas como un relámpago,
con promesas de eternidad en cada mirada,
te sientes como un poema, un canto sagrado,
pero a veces, solo eres una balada.
Nos haces bailar en este juego triste,
con corazones que laten al compás del miedo,
y en tus dulces palabras, un eco persiste,
pues en cada “te quiero” un enredo.
A veces te vistes de rosa y miel,
pero otras, eres espinas disfrazadas,
un fuego ardiente que quema y no es fiel,
y en lugar de caricias, hay noches heladas.
Nos envolvemos en tu magia fugaz,
como mariposas atrapadas en llamas,
y entre tus brazos, buscamos paz,
pero a menudo encontramos solo dramas.
Oh amor, que prometes ser el faro,
pero a veces, guías hacia lo incierto,
nos haces soñar, pero de un modo raro,
y al final, quedamos con el corazón cubierto.
Heme aquí, con mi antipoema,
desnudando tu esencia, aunque duela un poco,
porque en tu caos, y en tu esquema,
hay un destello de vida que siempre evoco.
