En tus brazos me sumerjo, seguridad hallo,
Humildad del sueño, profundo y sagrado.
Como pájaros sin rumbo antes de la tormenta,
Tu amor se agita, un fuego inquebrantable.
Suspiro contenido en medio de la noche,
Anhelo que se expande, un amor infinito.
Como el aleteo sin fin de las aves en el cielo,
Tu cariño eterno, mi único anhelo.
Ardes como una llama que nunca se apaga,
Consuelo y cobijo en cada latido.
En ti, mi amor, mi refugio te aguarda,
Un bálsamo que cura, mi alma y sentidos.