Copla al Amor
Amor que crece callado,
como flor en la pradera,
sin decirlo te he entregado
mi corazón por entero.
Tus ojos son dos luceros
que iluminan mi camino,
por ellos soy prisionero
de este querer tan divino.
En tus labios hay dulzura
que mi alma sabe a gloria,
cada beso es aventura
que se graba en la memoria.
Tus manos, suaves caricias,
dibujan sobre mi piel
un mapa de las delicias
que me hacen enloquecer.
Tu risa es como campana
que alegra mi despertar,
contigo cada mañana
es un sueño al comenzar.
Y aunque el tiempo vaya y venga,
mi amor por ti no se agota,
es un río que no mengua,
es canción que sola brota.
Esta serie de coplas mantiene la estructura de cuatro versos octosílabos por estrofa, con rima asonante en los versos pares. Cada estrofa explora un aspecto diferente del amor, desde las características físicas del ser amado hasta los sentimientos que provoca, culminando con una declaración de amor eterno.
