En el vaivén del tiempo, mi alma busca en calma,
Amigos de verdad, leales sin rencor ni infamia.
Recuerdos que perduran, lazos que el tiempo no aplasta,
En mi ser fortalecen, como el roble que se abraza.
La distancia y el olvido, desdibujan los contornos,
Pero su esencia permanece, cual faro en noches de insomnio.
Como el ave en su nido, anhelo encontrar su huella,
Amigos de corazón puro, cual estrellas en la velada.
En el lienzo de la vida, sus rostros han quedado,
Grabados con caricias, en mi pecho palpitante.
Libres y audaces, juntos surcamos mares bravos,
Superando adversidades, con brío inquebrantable.
Que el destino nos reúna, bajo un cielo estrellado,
Para abrazar de nuevo, el amor que nos ha marcado.
Amigos del alma mía, tesoro de mi existir,
En vuestra compañía, la libertad he de sentir.