Albores del deseo
En noches de albo anhelo despuntan mis sentidos,
del alma los suspiros se tornan más ardidos.
Cual río desbordado que arrastra su corriente,
mi pecho se estremece febril y vehemente.
Los astros titilantes derraman su ternura,
vertiendo luz dorada con cálida dulzura.
Sus lenguas silenciosas murmuran los misterios,
que habitan en las sombras de antiguos cementerios.
Los vientos de la aurora susurran con delirio,
desnudos entre nardos de lírico martirio.
Y el alba, con su beso de fuego inmaculado,
enciende en mis pupilas un sueño revelado.
Oh, llama inextinguible que inflama mis arterias,
fulgor de la esperanza, bramidos en mis ferias.
Que el mundo se disuelva si en ti hallo mi nido,
pues solo en tu caricia mi sino está cumplido.
