Aglaya, dama de la belleza pura,
Gracia divina que en el cielo mora,
Tus ojos brillan cual la aurora clara,
Tu sonrisa ilumina la noche oscura.
Diosa del encanto y la alegría,
Tus pasos ligeros danzan sin cesar,
Embelleciendo con tu sutileza
Cada rincón donde te place estar.
Oh Aglaya, hermana de Eufrósine y Talia,
Tus dones a los mortales regalas,
Llenando el mundo de tu esplendor y gloria.
Que tu belleza eterna nos inspire,
Y que tu luz divina nunca se apague,
Iluminando nuestras almas con tu aura.