La vida es breve, mas el arte eterno,
Dice el poeta con sabiduría añeja.
Aprovecha el día, no esperes al mañana,
Que el tiempo corre y la ocasión se aleja.
Conocerte a ti mismo es la mayor hazaña,
Reza el filósofo con mirada serena.
Sé dueño de tu mente, no esclavo de tus pasos,
Pues la paz interior es la mayor riqueza.
No juzgues, comprende; no temas, confía,
Proclama el sabio con voz susurrante.
La tolerancia y la empatía son dones,
Que nos hacen más humanos y amantes.
Al final, solo cuenta lo que has amado y creado,
Sentencia el anciano con voz cálida y grave.
Deja un legado de virtud y bondad,
Pues esa es la herencia que siempre vale.